En un mundo cada vez más sensibilizado con los efectos del cambio climático y la necesidad urgente de reducir el impacto ambiental, el marketing ha dejado de enfocarse únicamente en las ventas y ha comenzado a asumir un papel más ético y comprometido. La sostenibilidad ya no es solo una tendencia: se ha convertido en un valor indispensable que muchas marcas están adoptando como eje central de sus estrategias.